domingo, 29 de agosto de 2010

Resumen general sobre el período civilista

El Civilismo en su conjunto

Se denomina Civilismo al período comprendido entre los años 1890 y 1903 en el cual el gobierno del país estuvo en manos de personalidades civiles, usado este término en contraposición al de militares, algunos autores incluyen el período de M. Tajes (1886-1890).
Durante este período la tendencia expansiva en cuanto a las funciones gubernamentales secundarias, se ampliaron aún más. La crisis económica de 1890, ocasionada tanto por factores internos (sequía, balanza comercial desfavorable, etc) como externos (proteccionismo brasileño sobre ciertos productos, crisis económica argentina, productos sustitutivos europeos, baja de los precios de los productos nacionales) estimuló a que el sector intelectual y, consecuentemente el sector político, tomara aún mayor conciencia de la precariedad de la estructura económica y su estrecha vinculación y dependencia del entorno internacional. Es así que se buscaron medidas tendientes a un aumento del protagonismo del Estado en esta materia. Se sostuvo que el gobierno debía ser el centro de cualquier plan tendiente a superar la crisis si se quería que el desarrollo económico tuviera un futuro de largo plazo.
Esta idea se concretó en diversas iniciativas que terminaron en la asunción por parte del Estado de un conjunto de actividades económicas: la construcción y administración del puerto montevideano, la generación y distribución de energía eléctrica en la capital y la fundación del Banco de la República, entre otras iniciativas.

El siglo termina con un Estado uruguayo que se desempeña como agente económico en ciertas áreas claves de la aún precaria estructura económica nacional: finanzas y crédito, comercio, generación de energía;
Un Estado que cuenta con un aparato educativo de cobertura total en el nivel primario con dos décadas de experiencia.

Sin embargo la expansión del Estado hacia el área económica se produjo en el marco de las directrices de la Primera Constitución (1830) donde la ciudadanía estaba fuertemente restringida, el derecho al sufragio siguió siendo un privilegio de minorías, el acceso al los cargos de gobierno se regía por criterios de exclusión censitaria y se mantuvo sistema político del tipo oligárquico excluyente.- por privar de derechos políticos a la enorme mayoría de la población, hegemónico, por perpetuar el predominio del Partido Colorado en el gobierno y excluir de las posibilidades de acceder al mismo al Partido Nacional en virtud del fraude electoral.
En ella se privaba de la ciudadanía a analfabetos, mujeres, esclavos, peones jornaleros, soldados de línea, deudores del Estado, ebrios, procesados con causa penal y sirvientes a sueldo, dejándolos al margen de la vida política. (art 11)
La constitución de 1830 siguió vigente en este período.



El gobierno civilista de Julio Herrera y Obes


El gobierno de Julio Herrera y Obes tuvo como característica principal el autoritarismo presidencial , la ampliación de las atribuciones presidenciales y la acción directriz en casi todos los ámbitos.

De filiación colorada, durante su presidencia (1890 al 94) las tensiones entre los blancos y los colorados se incrementaron. Esto fue debido a que solamente otorgó a los blancos tres Jefaturas Políticas y no las cuatro que se habían establecido en la Paz de Abril (1872) con el cual había finalizado la “Revolución de las Lanzas”. El Partido Nacional lo consideró una violación al tratado, que si bien había sido “de palabra” era uno de los ítems más importantes del mismo, base de la “coparticipación” en el gobierno que se había intentado establecer.

Durante su gobierno ocurre la crisis comercial y bancaria del Uruguay enmarcada en el contexto de la crisis del entorno. Debido a esto es poca la obra de infraestructura que se realiza durante su gestión.


El gobierno civilista de Juan Idiarte Borda


Era perteneciente al Partido Colorado y asumió el cargo de Presidente como sucesor de Julio Herrera y Obes, cubrió el período entre marzo de 1894 y agosto de 1897
Como Jefe de Gobierno Idiarte Borda demostró ser poco hábil para la maniobra y el acuerdo. Desde el inicio demostró su intención de continuar con la línea “colectivista” y segregatoria de su antecesor. Su gestión poblada de fraudes y mal manejos dio lugar a una de las peores luchas civiles, la Revolución de 1897. José Batlle y Ordóñez, lo critica duramente como manipulador y fraudulento ( a pesar de que él mismo luego también lo sería).

A pesar de todas las polémicas en torno a su persona y su gestión, y a pesar de las dificultades políticas y económicas, Idiarte Borda ejerció una presidencia que dejó bastantes logros: inició la construcción del nuevo Puerto de Montevideo, fundó el Banco de la República Oriental del Uruguay ,creó la Línea de Ferrocarril del Oeste, realizó un censo general y estableció un nuevo catastro a nivel nacional, nacionalizó las compañías británicas que suministraban electricidad en la nueva Compañía de Luz Eléctrica, además de impulsar, a través del ministro Juan José Castro, un ambicioso programa de obras públicas.

En rojo la línea de Ferrocarril del Oeste
extendida durante la presidencia de Idiarte Borda.







Sin embargo, los problemas políticos tanto con el Partido Nacional, liderado por Aparicio Saravia, y con su adversario político José Batlle y Ordóñez, le llevaron a la muerte. Fue asesinado por un militante batllista de apellido Arredondo





El gobierno civilista de Lindolfo Cuestas




Perteneció al grupo de los "Colectivistas" y durante las presidencias Julio Herrera y Obes y Juan Idiarte Borda durante sus ocupó varios cargos políticos conseguidos por medio de la manipulación electoral.

Sube a la presidencia luego del asesinato de Idiarte Broda y para terminar dicho mandato. Durante su discurso de asunción dijo : “El país tiene hambre de organización honesta y hay qué cumplir con esta patriótica aspiración”. Esta frase encerraba su programa de gobierno.

Comenzó su gestión acordando la paz con los blancos insurrectos acaudillados por Aparicio Saravia. Esta paz se vio concretada en menos de un mes con la firma del Pacto de la Cruz el 18 de setiembre de 1897. El punto fundamental de este pacto es que se volvía al tema de la coparticipación otorgando 6 jefaturas departamentales a los blancos ( Dada la tradición política, esto implicaba consolidar dos gobiernos: uno en Montevideo, con Cuestas a la cabeza, y otro con sede en El Cordobés, la estancia de Aparicio Saravia) y propiciaba una reforma electoral con una ampliación del derecho al voto, promesa de representación proporcional y mayores garantías de éste contra las farsas electorales de la época (leyes electorales posteriormente promulgadas en abril de 1898).

Dentro de las reformas del sector administrativo del Estado se cuenta:

Determinación de que los empleados públicos que no concurrieran puntualmente a sus oficinas serían en el acto suspendidos y sumariados
Determinación de que en lo sucesivo todas las obras fueran contratados por licitación
Se hizo un inventario financiero
Se restableció el régimen de publicidad.
En la parte política Cuestas se vio apoyado tanto por Aparicio Saravia y Eduardo Acevedo (blancos) como por José Batlle y Ordóñez (colorado). Sin embargo debió enfrentar los problemas de hacerle frente a los colectivistas, con Julio Herrera y Obes al frente. Este enfrentamiento y el clima de inseguridad e insurrección lo llevaron a resolver el conflicto por la fuerza. Desterró a Julio Herrera y Obes (luego anuló el decreto), se nombró presidente provisorio, disolvió las cámaras mediante decreto en 1898, sustituyéndolas por un Consejo de Estado de igual cantidad de miembros, entre los que se contaron José Batlle y Ordóñez y Eduardo Acevedo Díaz.

Tras dos intentos armados contra esta situación, rápidamente sofocados, Cuestas entregó el mando el 15 de febrero de 1899 al presidente del Senado, José Batlle y Ordóñez, y el 1 de marzo siguiente la Asamblea lo eligió Presidente Constitucional para el período 1899-1903.

Durante su mandato, entre otras realizaciones, comenzaron las obras del Puerto de Montevideo (18 de julio de 1901).